Lo primero que llama la atención del diseño de la red (que es del año 2003) es que estamos ante un proyecto de escala exclusivamente municipal (del municipio de Sevilla). A excepción de la ya realizada Línea 1 del Metro (en color verde), el resto de líneas no salen del municipio de Sevilla, ignorando que la movilidad de Sevilla es hace ya tiempo una movilidad metropolitana, e ignorando el propio significado de la abreviatura "metro": ferrocarril metropolitano.
En la figura de mas abajo se muestran gráficamente los desplazamientos entre las principales macrozonas del Área Metropolitana de Sevilla tal y como se deducen de la última encuesta de movilidad (2007):
Como puede observarse, el municipio de Sevilla es el gran atractor de viajes del Área Metropolitana: diariamente mas de 150.000 personas se desplazan desde dicho área a Sevilla para trabajar, estudiar, hacer gestiones, etc. Y luego, lógicamente, regresan a sus hogares. A este tráfico diario de ida y vuelta hay que sumarle las 60.000 personas que se desplazan entre Sevilla y el Área Metropolitana (y luego regresan también a sus hogares). En total, casi 450.000 desplazamientos diarios entre Sevilla y su Área Metropolitana. Esto en 2007, en 2017 probablemente sean mas, y en 2020 aún mas.
Este inmenso tráfico se realiza en su mayor parte en automóvil privado debido, entre otras cosas, a la ineficacia del transporte público metropolitano, con un diseño anticuado y basado en el uso de autobuses de empresas privadas que distan de poseer la calidad y cantidad necesarias para absorber toda esta demanda de desplazamientos. Las únicas excepciones la constituyen la Línea 1 de metro (con un tráfico diario con origen o destino metropolitanos en torno a los 25.000 desplazamientos) y el ferrocarril de cercanías (con un tráfico metropolitano de similar magnitud), que a excepción de la línea entre Utrera y Lora carece de la frecuencia necesaria para absorber un tráfico apreciable de personas.
Los problemas de congestión del tráfico, contaminación del aire, aparcamiento, etc. que este inmenso tráfico de automóviles genera son de sobra conocidos. En estas condiciones ¿Tiene sentido hacer girar la alternativa a la movilidad de Sevilla en torno a cuatro nuevas líneas de metro cuyo trazado ni siquiera toca el anillo metropolitano de la ciudad, que es el que genera los principales problemas de movilidad de la urbe?
Que el gran problema de la movilidad metropolitana, y la gran carencia en en lo que respecta al transporte público, lo generan estos casi 500.000 desplazamientos diarios se puede apreciar en la gráfica de mas abajo, en la que se puede ver el reparto modal de los diferentes tipos de desplazamientos en Sevilla y su Área Metropolitana, tal y como se deduce de la Encuesta de Movilidad de 2007. Los datos marcados como AM son los totales del Área Metrpolitana, los marcados como "Sevilla" los del municipio de Sevilla y los marcados como C.M. los desplazamientos con origen o destino fuera de Sevilla, es decir los señalados en la figura anterior.
Como puede verse, de esos desplazamientos solo un 8% se realizan en transporte público, mientras que un 62% se realizan en automóvil. Esta claro pues que cualquier política de transporte público metropolitana debería abordar antes que nada el problema de atraer al transporte público esos desplazamientos, justo lo contrario de lo que hace la propuesta que PP y PSOE llevan al próximo Pleno Municipal. Y ello no es solo una cuestión de solidaridad con las poblaciones del Área Metropolitana, sino una cuestión urgente para la propia ciudad de Sevilla, que es la principal receptora de tales desplazamientos.
Cabe pues preguntarse que sentido tiene seguir insistiendo en la construcción de una red de metro anticuada ya desde su propio diseño, con un coste enorme y que no va a solucionar el principal problema de movilidad de la ciudad, en lugar de avanzar hacia un nuevo proyecto integral de
movilidad, de ámbito metropolitano, que avanzase también
en el rediseño de la ciudad de acuerdo con el proyecto de
convertirla en "capital verde" europea en el año 2020,
incorporando al proyecto la creación de nuevas áreas peatonales
y el fomento de la movilidad activa (a pie y en bicicleta) de
acuerdo con las nuevas tendencias urbanísticas, incorporando
además las nuevas tecnologías de transporte (BRT, tranvías y
trenes ligeros, carriles-bici, bicicletas públicas, etc...).
Pero me temo que eso sería pedir demasiado a unos partidos políticos locales a los que solo parece preocupar el corto plazo electoral.
Le has dado en "too" el bebe, Ricardo
ResponderEliminarMuy bien Ricardo: claro y bien argumentado, como habitualmente.
ResponderEliminarMuy bien explicado, Ricardo.
ResponderEliminarExcelente artículo! Esteban de Manuel lo complementa. Ambos necesarios para exigir un debate ciudadano a la altura que el tema merece. Nos jugamos, en gran parte, el modelo de ciudad!
ResponderEliminarValle, ¿puedes enlazar el de Esteban? Muchas gracias.
EliminarMuchas gracias Ricardo.
ResponderEliminarAl ser el diseño de la red de metro obsoleto por datar de hace quince años, hay gran riesgo de que estas líneas exclusivamente urbanas acaben siendo infrautilizadas. Estoy de acuerdo y parece lógico que se realize un nuevo proyecto integral de movilidad, que refleje las necesidades actuales de movilidad.
ResponderEliminarEste tema debería ser tema de actualidad en todos los medios de comunicación locales. Generar un debate participativo para que la presión ciudadana lleve a que se acometan desde ya medidas que mejoren la movilidad en transporte público, bicicleta y a pie Sevilla y su área metropolitana. Gracias Ricardo.
ResponderEliminarMuy interesante, sintético y claro el análisis. Gracias Ricardo.
ResponderEliminarMuy interesante y claro
ResponderEliminar