lunes, 25 de noviembre de 2013

Desmontando a Mapfre: ciclistas y casco obligatorio en España

La aseguradora Mapfre, que últimamente parece ejercer de ideóloga de la DGT (¿O es al revés?) acaba de publicar un estudio titulado "Ciclistas: Cascos y lesiones en la cabeza" coincidiendo con el debate sobre la posible obligatoriedad del casco ciclista en vías urbanas. La intencionalidad es clara y, al menos, es de agradecer que alguien desde el lobby de las aseguradoras ponga las cartas sobre la mesa en este asunto.

El estudio, sin embargo, está plagado de errores metodológicos que lo hacen completamente inútil para su propósito. Lo primero que llama la atención es la muestra en la que se basa el estudio. Una muestra de 2.345 ciclistas lesionados en accidentes de tráfico en el periodo 2010-2011, que no son otros que los que constan en la base de datos de la propia aseguradora. La primera pregunta que salta a la vista es ¿Por qué no usar los datos de la propia DGT, mucho mas completos? Dichos datos son (o deberían ser) públicos. Así, por ejemplo, los datos correspondientes al periodo 1993-2010 pueden consultarse en http://bicicletas.us.es/?p=4113 Como muestra son, desde luego, mucho mas representativos.

Además, caben serias dudas acerca de la representatividad de la muestra utilizada por Mapfre. Ésta corresponde a los datos contenidos en la base de datos de la propia aseguradora, es decir, corresponden a los accidentes en los que hay al menos un asegurado de Mapfre involucrado. Y a la interpretación que la propia Mapfre hace de lo ocurrido en dichos accidentes. Esta circunstancia implica un sesgo indudable en muchos aspectos, por ejemplo a la hora de evaluar la responsabilidad de los ciclistas en los siniestro, que el estudio evalúa nada menos que en el 71% (sic).


Los capítulos 3, 4 y 6 son metodológicamente infumables. El Capítulo 3 versa sobre los ciclistas fallecidos. Para ello utiliza una muestra de 28 ciclistas fallecidos que aparecen en la base de datos de Mapfre, sobre un total de 188 ciclistas fallecidos en el periodo analizado (2010-2012). Aún suponiendo que la muestra sea representativa (cosa bastante dudosa como ya hemos visto), el error (para el nivel de confianza usual del 95%) de una encuesta o conteo basado en dicha muestra ¡Es del 17,1%! Cualquier analista rechazaría un estudio basado en semejante "muestra". 

La conclusión mas importante del Capítulo 4 es la fuerte asociación entre lesiones en la cabeza y lesiones muy graves (las lesiones en la cabeza son el 39% de las lesiones muy graves). El primer problema, de nuevo, es el tamaño de la muestra (51 ciclistas heridos con secuelas graves en total). Con este tamaño de muestra el error de la estimación es del 11,1%. Aún así, la conclusión parece cualitativamente lógica, pero ¿Qué pruebas aporta el estudio de que estas secuelas se evitarían con el uso del casco? Ninguna, como veremos a continuación. Por ejemplo, el estudio no da ninguna información acerca de cuantos de estos ciclistas ya llevaban casco en el momento del accidente. Dado que dicha información debe figurar en la base de datos de Mapfre, resulta cuando menos sospechoso que no se ofrezca en el estudio. Desde luego, de los datos de la DGT, mucho mas completos (que pueden consultarse en http://bicicletas.us.es/?p=4113) se deduce que la mayoría de los ciclistas fallecidos o heridos graves por lesiones en la cabeza ya llevaba casco, lo que dice bastante poco acerca de la supuesta efectividad de éste a la hora de prevenir este tipo de lesiones.

El Capítulo 6 pretende sacar conclusiones de carácter general acerca del uso del casco ciclista en las ciudades, así como de la opinión de los ciclistas sobre el casco a partir de muestras ridículas, de 146 y 253 ciclistas respectivamente, todos ellos de una zona muy concreta de Madrid, ciudad cuya representatividad a la hora de analizar el ciclismo urbano en España es bastante dudosa. Aún así, el análisis de dichas "muestras" da como resultado que se produciría una notable disminución del uso de la bicicleta (del 18% como mínimo) como consecuencia de la introducción del casco ciclista obligatorio. El estudio despacha este asunto diciendo que "con la debida labor informativa" esta cifra se reduciría notablemente (?!) y citando un estudio de Queensland (Australia) que demuestra que "Queda razonablemente claro que las leyes de uso obligatorio de cascos de ciclistas desincentivaron el uso de las bicicletas hace veinte años cuando se introdujeron por primera vez. Pero, en la actualidad, después de estos veinte años de funcionamiento de las leyes en Queensland y en la mayor parte de Australia, existe muy poca evidencia de que dichas leyes sigan desincentivando dicho uso." Probablemente porque ya no puede caer a niveles mas bajos, podría argüir algún malpensado como yo. 

Pero vayamos al meollo del asunto: la supuesta efectividad del casco ciclista a la hora de prevenir lesiones en la cabeza. Este tema se analiza en el Capítulo 5 donde ¡Oh sorpresa! no se aporta ni un solo dato nuevo procedente ni de las bases de datos de Mapfre, ni de la DGT, ni de registros hospitalarios. El capítulo no es sino un refrito de publicaciones anteriores, muchas de ellas ya obsoletas como, por ejemplo, la referencia a la OMS: "La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial, en su Informe de 2004 sobre la Seguridad Vial a nivel mundial (recomiendan que) todos los países deberían adoptar las buenas prácticas internacionales, incluido el establecimiento y aplicación de leyes que exijan que los ciclistas y los motociclistas lleven casco”. El problema con esta cita es que la recomendación que exigía el casco obligatorio para los ciclistas ha desaparecido en el último informe de la OMS (de 2013), titulado "Global status report on road safety 2013", pese a que dicho informe dedica todo un capítulo a la seguridad de los ciclistas y los peatones y, por supuesto, mantiene la recomendación del casco obligatorio para los motociclistas.

El estudio muestra su preocupación porque, del aumentar el uso de la bicicleta debería aumentar también el número de accidentes, aunque reconoce al menos que el "riesgo" (el número de accidentes por  km recorrido en bicicleta) debería disminuir como consecuencia del efecto "safety in numbers". El argumento es metodológicamente falaz, porque de generalizarse el uso de la bicicleta, lo que cabe esperar es que los nuevos desplazamientos en dicho vehículo sustituyan a desplazamientos en otros vehículos mas peligrosos, como la motocicleta o el automóvil, con lo que la seguridad general del tráfico aumentaría.

En definitiva, que nos hallamos frente a un "estudio" metodológicamente muy deficiente, que parte del análisis de unas muestras incompletas y sesgadas que conllevan márgenes de error inasumibles para  un estudio científico y que no aporta nada nuevo al debate sobre el casco ciclista obligatorio. 

Es lamentable que una empresa con los recursos de Mapfre no sea capaz de producir nada de mayor calidad científica, a menos que eso sea precisamente lo que se pretenda. Le hubiera sido muy fácil, utilizando sus datos o los de la DGT (que son públicos, no olvidemos) hacer un análisis estadístico de la efectividad real del casco ciclista en las ciudades españolas. Dicho estudio, afortunadamente, existe y se puede consultar en http://bicicletas.us.es/wp-content/uploads/2013/06/Helmet_in_spain.pdf. Sus conclusiones son claras: el casco ciclista obligatorio no tendría ninguna efectividad en las actuales condiciones del ciclismo urbano de nuestro país.