lunes, 26 de octubre de 2015

Por las rutas del PAB 2: Del Alamillo a Itálica, pasando por Camas

La ruta que voy a describir hoy se dirige a uno de los lugares mas visitados de la periferia inmediata de Sevilla: Las Ruinas de Itálica. Llegar en bici hasta allí es tremendamente sencillo y fácil. Tanto, que he tenido que dar un rodeo intencionado a la vuelta para hacer una ruta con una longitud mínimamente presentable. 



Para no salir por el mismo lugar que la vez anterior, esta vez decidí salir del Parque del Alamillo. Concretamente tomo el carril-bici bi-direccional que discurre paralelo al viaducto de la SE-30 a su paso por la entrada del Alamillo. 


Esta vía ciclista me lleva al inicio de otro carril-bici, esta vez mono-direccional y de color rojo que discurre elevado, en paralelo al viaducto y bien señalizado en su inicio.



Se trata de una construcción compleja, realizada por el Ministerio de Fomento de modo contemporáneo a la propia SE-30, que salva parte del viario de la Isla de la Cartuja mediante una pasarela hecha ex-profeso y discurre en general en paralelo a la propia SE-30 pero segregada del tráfico. Hace poco esta vía ciclista se encontraba en estado de abandono, con tapas de registro arrancadas y desplomes en muchos lugares (como por ejemplo en la pasarela citada) que daban lugar a peligrosos escalones. Ello dio lugar a una queja de "A Contramano" que parece haber dado resultado en parte, ya que los desperfectos mas evidentes parecen haber sido arreglados con urgencia, como puede verse en la foto adjunta.


De todas formas y aunque circular en bici por esta vía ciclista ya no puede decirse que sea peligroso, como lo era antes del "arreglo", éste no deja de ser una chapuza manifiestamente mejorable. Según datos de la Consejería de Fomento, por esta vía ciclista circulan una media de 119 ciclistas diarios, con picos que superan los 300 algunos domingos y festivos. Podrían ser muchos mas si estuviera en buen estado, por lo que sería interesante que el Ministerio de Fomento acometiera un arreglo en condiciones, o al menos dejara que fuera la propia Consejería (que parece estar dispuesta a ello) la que acometa las obras. Esperemos que la posición del Ministerio no sea, como ya ha sucedido alguna vez, aplicar la filosofía del "muerto el perro se acabó la rabia" y cerrar la vía ciclista, porque de ser así se encontrará con una fuerte oposición popular.

La vía ciclista discurre en paralelo a la SE-30, pasando sobre la corta del Guadalquivir


y, una vez superado el cauce vivo del Río, desciende de nuevo al nivel del suelo, donde continúa durante unas decenas de metros por un carril terrizo hasta llegar a un cruce sin señalizar, conveniente decorado con una escombrera


Debo tomar el camino de la derecha, también terrizo (si sigo de frente desembocaré en un polígono industrial sin mayor interés y si giro a la izquierda iré a parar a Camas). Dado que esta es la única parte del itinerario hasta Itálica que carece de pavimento, sería deseable pavimentarla adecuadamente y, sobre todo, señalizar el cruce como están señalizados otros tramos del itinerario.

Tras pedalear unos metros, llego a una carretera de escaso tráfico, que comunica la antigua "Estación de Camas" con Santiponce. El acceso a dicha estación queda a mi derecha y no resisto la tentación de echar un vistazo. La estación está en ruinas y tras tomar algunas fotos vuelvo a la carretera.


La carrtera discurre entre campos de cereal, con la torre del Monasterio de San Isidoro del Campo al fondo. El tráfico es escasísimo y se me ocurre que sería una buena idea señalizar esta carretera como la primera ciclo-carretera de Andalucía, con limitación de velocidad para los coches y preferencia de las bicicletas. Siendo Itálica un destino turístico muy demandado, sería una buena manera de promover esta ruta ciclo-turística.


Tras pasar bajo la SE-30 llego a Santiponce, donde debo girar a la derecha, ya por zona urbana, hasta Itálica. A la entrada de la zona arqueológica se ofrecen numerosos bares y restaurantes y, dentro de la misma, justo tras el control de entrada, un aparcamiento de bicicletas permite dejar las bicis con seguridad a los visitantes.


Regreso por el mismo camino, no sin echar un vistazo al pueblo de Santiponce y sus otras ruinas y monumentos, como el Teatro Romano o el Monasterio de San Isidoro.


Ahora podría regresar por el mismo camino, pero en lugar de ello decido seguir hacia Camas, por la vía ciclista que comienza justo en el mismo lugar por el que llegué a Santiponce


La vía ciclista discurre recta a un lado de la carretera que atraviesa el polígono industrial entre Santiponce y Camas. Observo como los coches parecen respetarla y no aparcar en ella, algo que me confirman amigos y conocidos, lo que demuestra una vez mas que cuando las cosas se hacen bien la gente las respeta.


Al llegar al paso elevado del ferrocarril, la vía ciclista tuerce a la derecha, para ascender hacia la nueva Estación de Camas. 


La nueva Estación de Camas está situada en lo alto de una colina y se accede a ella por una carretera con una acera y una vía ciclista de pendiente respetable. 


La única razón para ello parece ser la de ubicarla sobre tierra firme, una vez que las vías del tren hayan tocado suelo. Es posible que ello haya abaratado su construcción, pero desde el punto de vista de su eficacia como estación es un desastre, pues desincentiva a peatones y ciclistas. Hubiera sido mucho mejor situarla justo bajo el viaducto del tren, en el camino de Santiponce a Camas, donde la vía ciclista tuerce a la derecha para acceder a la estación. De ese modo la estación daría servicio a los trabajadores del polígono industrial y a los vecinos de Camas y Santiponce sin necesidad de obligarles a subir una cuesta nada despreciable a pie o en bicicleta.


Como puede verse en la imagen, hay espacio suficiente para albergar una estación a dos niveles, con el edificio de acceso y parkings para bicicletas a ras de suelo y andenes elevados a los que se accedería mediante escaleras, escaleras mecánicas y ascensores. No es nada que no se haga ya en otros países, como puede verse en la siguiente imágen


Otro fallo importante es el hecho de que la vía ciclista, con independencia de que de ella surja un ramal que suba a la estación, por pura lógica debería continuar en dirección a Camas por la misma calle por la que venía, algo que supondría apenas unos centenares de metros. 

Por mi parte, como estoy empeñado en visitar las vías ciclistas, subo hasta la estación y, tras echar un vistazo al moderno edificio, busco la forma de seguir hacia Camas. Efectivamente es posible bajar hacia Camas desde la estación, siguiendo la Vía Verde sobre el antiguo Ferrocarril Minero de Aznalcollar (también llamada Vía Verde de Itálica). Pero que nadie se piense que por este camino se llega a Aznalcollar, porque unos metros mas allá de la nueva Estación de Camas, el camino se vuelve impracticable, pese a estar señalizado como "Ruta del Agua" (?!).


Como casi todas las vías verdes, el camino es terrizo, mas apto para bicis de montaña que de paseo. Personalmente pienso que, al menos cerca de las zonas urbanas, este tipo de vías, que también se usan para el paseo a pie, deberían dotarse de pavimento asfáltico y acerados.


Llego a Camas por este camino, tras cruzar el antiguo puente del ferrocarril sobre el viario de Camas, que aún conserva restos de las traviesas


para llegar finalmente al parque lineal de la Circunvalación Este de Camas que alberga una vía ciclista de muy buena calidad


hasta llegar a la señalización que indica de nuevo el camino hacia el Parque del Alamillo. Hay que decir que esta zona del carril-bici metropolitano está muy bien señalizada. 

Al llegar a la señal correspondiente, giro a la izquierda para embocar una de las escasas calles residenciales que han sido señalizadas como tales en Sevilla y su entorno


que a su vez desemboca en una de las vías ciclistas mejor diseñadas del PAB, que discurre entre campos de algodón y cereal entre Camas y el Viaducto del Alamillo, en paralelo a un camino rural. Esta vía ciclista permite llegar desde Camas al Parque del Alamillo en apenas unos minutos de agradable paseo


en la que me cruzo con paisanos en bicicleta, ciclistas en ruta, coches y hasta carros de bueyes


Por desgracia la vía ciclista termina abruptamente en las proximidades del Viaducto del Alamillo, faltando la conexión (excepto por el consabido camino de tierra) con la vía ciclista paralela a este Viaducto, de la que ya hemos hablado al principio de esta entrada. El paisano al que me referí anteriormente y al que la vía ciclista le había "venido muy bien", lo explicaba así: "Parece que se les acabó el dinero".


Y ya solo me queda seguir hasta la vía ciclista ya descrita sobre el Viaducto y luego hasta la entrada del Parque


han sido en total no mas 21 km de agradable paseo.







1 comentario:

  1. El aparcamiento de bicicletas dentro de la zona arqueológica de Itálica debe de ser nuevo. Antes no había y nos obligaban a dejar las bicicletas fuera.

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