Durante la pasada reunión de la Mesa de la Movilidad de Sevilla, el Gobierno Municipal presentó una Memoria explicativa del desarrollo de los trabajos de elaboración del Plan de Movilidad Urbana Sostenible para Sevilla, presupuestado en 300.000 euros, en la que, entre otras cuestiones, se establecían los objetivos generales de dicho Plan. El primer objetivo de la lista era:
Potenciación de los modos de movilidad activa para aquellos trayectos comprendidos dentro de unas determinadas distancias como principal objetivo. Definición de actuaciones en materia de itinerarios y dotación ciclista (mejoras de la red, señalización, aparcamientos, sistemas de bicicleta pública, actuaciones para el fomento de la intermodalidad bicileta-transporte público, propuestas de modificación de las ordenanzas de circulación), peatonalizaciones y otras intervenciones en la red peatonal, etc. (cita textual).
Así que todo parecía indicar un cambio sustancial en las políticas de movilidad en general y de promoción de la bicicleta en particular, prácticamente olvidadas durante los anteriores cuatro años de mandato del Partido Popular.
En la misma reunión, sin embargo, se rechazó una propuesta de "A Contramano", encaminada a facilitar el tráfico ciclista en el Casco Histórico de la ciudad, permitiendo a los ciclistas urbanos circular en doble sentido por las calles de plataforma única como la que se muestra en la fotografía adjunta, calles que ya cuentan con limitación de velocidad a 20 km/h y definidas como de "prioridad ciclista y peatonal" en la Ordenanza de Tráfico de la Ciudad, en las que la única razón para la señal de dirección prohibida parece ser que resulta imposible el cruce de dos automóviles (pero no, obviamente, el de dos ciclistas):
La propuesta estaba contenida en un documento general sobre la ordenación del tráfico ciclista en el Casco Histórico de Sevilla, que puede consultarse aquí. El documento incluía también otras propuestas como la necesidad de hacer "transparente" dicha zona de la ciudad para las bicicletas, mediante la definición y señalización de itinerarios de paso este-oeste y norte-sur, que ni siquiera fueron respondidas. Se sugirió, en cambio, por parte del Gobierno Municipal, que dichas propuestas podrían ser tratadas en unas "Jornadas" (?!) en la perspectiva de su eventual inclusión en el citado Plan de Movilidad Urbana Sostenible, lo que en práctica supondría aplazar la decisión unos dos años. Teniendo en cuenta que llevamos ya mas de un año de mandato (las elecciones municipales fueron en mayo del año pasado), ello supondría en la práctica dejar la realización de la propuesta para después de las elecciones, con la incertidumbre correspondiente.
Hace apenas un mes, en respuesta a una pregunta del Grupo Municipal de IU, la Delegación de Urbanismo anunció que posponía de nuevo la constitución de la Oficina de la Bicicleta, un organismo de planificación que constituyó una se sus promesas electorales, si bien anunciaba que se estaban redactando los pliegos de condiciones para la elaboración un "documento técnico", valorado en 60.000 euros, con el objetivo de dar "un nuevo impulso a la movilidad ciclista en la ciudad". El plazo de ejecución serían 5 meses, por lo que teniendo en cuenta los plazos para su adjudicación y para el inicio de la obras, la ejecución de dicho "documento técnico" quedaría, con suerte, para el final de este mandato.
Hay que decir que tanta prudencia y tantos estudios previos a cualquier decisión en torno a la bicicleta, contrastan con decisiones bastante mas rápidas en otros terrenos de la movilidad urbana, como la implantación de cambios en los sentidos de circulación que favorecen la entrada de aún mas automóviles en el Casco Histórico de la Ciudad.
A nivel autonómico, también llevamos mas de un año de gobierno en solitario del PSOE y, desde entonces, la noticia mas destacada en relación al tema que nos ocupa es la paralización del Plan Andaluz de la Bicicleta, que ha sido denunciada por "A Contramano" en una queja al Defensor del Pueblo Andaluz que puede consultarse aquí. Esta paralización no es meramente retórica, sino que está afectando ya de un modo drástico a la ejecución de dicho Plan. Por no hablar del interminable asunto de la Pasarela sobre la SE-30 entre Sevilla y San Juan.
Todo ello no es obstáculo para que se efectúen continuas declaraciones acerca de los compromisos de los gobiernos, tanto municipal como autonómico, con la promoción de la bicicleta, anunciando la firma inminente de convenios que casi un año después de tales declaraciones siguen sin firmar.
Podría pensarse que estamos ante los típicos retrasos en las actuaciones de las administraciones públicas, ocasionados por la compleja burocracia que suele acompañar a la toma de decisiones políticas. Ya se sabe que "las cosas de palacio van despacio". Sin embargo, como ya hemos indicado, la maquinaria de la administración pública no se detiene en otros aspectos también relacionados con la movilidad.
Cabe pues preguntarse si no estaríamos mas bien ante una sucesión de maniobras dilatorias para ir aplazando cualquier decisión relevante en relación con la promoción de la movilidad ciclista a una fecha tal que la toma de dicha decisión sea ya imposible o irrelevante ante la proximidad de las próximas elecciones. De hecho, es lo que los usuarios y usuarias de la bicicleta empiezan ya a preguntarse. Y esta pregunta se hará cada vez más insistente a medida que avancen tanto la presente legislatura andaluza, como el vigente mandato municipal de Sevilla.
También los grupos políticos que han apoyado los gobiernos del PSOE, tanto a nivel autonómico como municipal, podrían empezar a preguntarse que valor tienen unos acuerdos alcanzados al respecto cuya realización práctica se aplaza una y otra vez.
No es tan dificil, que miren París por ejemplo
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