Pues, de momento, en que ninguno de ellos parece caer muy simpático a la Oligarquía que gobierna España, en estos momentos a través del Partido Popular.
Acaban de publicarse los proyectos de reforma de los reglamentos de Circulación y de Autoconsumo de Energía, con una clara intencionalidad de frenar en seco el crecimiento de ambos colectivos.
Es conocido que el proyecto de reforma del Reglamento General de Circulación incluía originariamente la obligatoriedad del casco ciclista en ciudad, una de las medidas mas eficaces para disuadir del uso de la bicicleta en general (y de las bicicletas públicas en particular) como modo de transporte cotidiano. La nueva redacción, que implica su uso obligatorio "solo" para los "menores" de 18 años, no es sino una manera de promover el ciclomotor en un país donde a los 15 años ya se puede conducir uno de dichos vehículos. Por si fuera poco, en la nueva redacción, la DGT se reserva el derecho a aumentar dicha edad sin pasar por el Parlamento y mediante una decisión puramente administrativa.
El nuevo y largamente esperado decreto de autoproducción y autoconsumo de energía eléctrica no se queda a la zaga. No sólo prohibe la venta (a la compañía eléctrica) de los excedentes de energía vertidos a la red, sino que establece para los autoconsumidores una tasa (el "peaje de respaldo", un concepto desconocido en el resto del mundo) sobre la parte de la energía que el autoconsumidor produzca y consuma "in situ" (sic!!). Dicho de otro modo, si eres un autoconsumidor, la empresa eléctrica se apropiará sin mas de tus excedentes vertidos a la red y, además, te cobrará por la energía que consumas procedente de tu propia instalación. El coste de este "peaje", 7 céntimos de euro por Kw-h, no es baladí, ya que supone aproximadamente la mitad del coste del Kw-h suministrado por las eléctricas (ver recibo de la luz).
Ciclistas urbanos y autoproductores de energía tienen en común que ambos aportan soluciones sencillas y democráticas a uno de los mayores problemas de la sociedad contemporánea: el excesivo consumo energético en las ciudades. Y esto es algo que nuestra Oligarquía no puede tolerar.
Me gusta fantasear con una hipotética coalición de ciclistas urbanos y autoproductores de energía, en la que unos aporten su experiencia en la movilización ciudadana y los otros su capacidad de lobby, que fuerce a las oligarquías de la automoción y de la producción de electricidad a dar marcha atrás en sus nefastos designios.
En otro orden de cosas, las últimas actuaciones de los sectores mas oligárquicos de nuestro empresariado cada vez me recuerdan mas a la actitud de la aristocracia pre-revolucionaria (de la Revolución Francesa), preocupada solo por mantener sus caducos privilegios a costa de imponer cargas cada vez mas injustificables sobre la ciudadanía. Veremos que pasa...
Para contactos, preguntas, información: marques@us.es
Me ha gustado mucho este paralelismo, Ricardo. Enhorabuena por el blog.
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